EL TRASTORNO QUE NO SOLO NOS ROBA PAZ, SINO QUE AFECTA EL ORGANISMO M.S DE LO QUE IMAGINAMOS.
Preocuparse es algo normal. Esa sensación de nervios que percibimos ante situaciones nuevas y que rompen nuestro equilibrio es un mecanismo humano de adaptación al medio. Ya sea por una entrevista de trabajo, por hablar en público o un examen, todos en m.s de alguna vez hemos sentido ansiedad, pero ¿qué pasa cuando este sentimiento se sale de control?
La ansiedad deja de ser una respuesta “natural” del organismo y se convierte en un trastorno mental cuando esa sensación de preocupación se percibe todo el tiempo, “cuando ya no se vive en paz” y nuestras reacciones tienen mayor magnitud que las situaciones que se nos presentan.
Con la ayuda de la psiquiatra Rosa de Valencia, descubrimos las claves para entender este trastorno, el cual, según la Organización Mundial de la Salud, afectará a un 20% de la población mundial en algún momento de su vida. ¿Preocupante? Es hora de controlarlo.
- LAS CAUSAS
¿Por qué algunas personas son más susceptibles a sufrir de ansiedad que otras? No existe una explicación científica. De hecho, no se ha podido comprobar que su origen sea genético. Además, el estrés suele ser el principal y comprobado desencadenante de la ansiedad.
- LAS SEÑALES
Físicas
- Tensión muscular
- Dolores de cabeza
- Sudoración en las manos
- Náuseas y mareos
- Taquicardias
Cognitivas
- Incapacidad para tomar decisiones importantes
- Negatividad
- Falta de concentración
- Problemas de memoria
- Pensamientos de preocupación constantes
- Sensación de vacío
LOS EFECTOS
Al estar en constante agitación y alerta, el organismo desemboca la tensión de alguna forma, dando paso a enfermedades como:
- Colitis
- Insomnio
- Gastritis
- Supresión del sistema inmune
- Hipertensión
- Obesidad
- Fatiga crónica
EL TRATAMIENTO
Existen hábitos que pueden ayudar a paliar este trastorno, como los ejercicios físicos, la relajación, cambiar rutinas de trabajo o los motivos que están causando el estrés. Sin embargo, cuando ya es un caso más grave donde el paciente no vive tranquilo, tiene que haber medicación, de lo contrario, el caso se complica y es mas difícil controlarlo.
Un tratamiento con antidepresivos suele ser la mejor opción y no hay por qué temerle. “Un antidepresivo permite la estabilidad anímica, aunque su consumo debe ser vigilado por un médico psiquiatra”, puntualiza la especialista.
Fuente: www.vidasana.sv